Eubiosis y disbiosis
El microbioma humano está en constante evolución en respuesta a factores del huésped. Factores como la edad, la nutrición, el estilo de vida, los cambios hormonales, los genes heredados y las enfermedades subyacentes son determinantes principales de la microbiota en cualquier momento dado.
La microbiota intestinal es el principal actor en el mantenimiento y la conservación de la salud. Cuando esta comunidad microbiana está en equilibrio, hablamos de eubiosis.
En ese estado, la microbiota cumple funciones esenciales: participa en la digestión, produce vitaminas, protege frente a patógenos, regula el sistema inmune y mantiene la integridad de las barreras epiteliales, entre muchas otras.

Factores que influyen:
Definir una “microbiota normal” no es sencillo. No existe una composición exacta válida para todas las personas, ya que una microbiota saludable puede ser diferente entre individuos. Estudios previos sobre el proyecto del microbioma humano han ilustrado que los cambios en el entorno inmunológico pueden estar directamente relacionados con una flora disbiótica del intestino. Además, las condiciones de salud potencialmente mortales que van desde:
Cáncer
Enfermedad cardiovascular
Enfermedad inflamatoria intestinal
Infecciones bacterianas difíciles de tratar debido a la resistencia a los antibióticos también se han relacionado con la disbiosis.

Buena salud intestinal
Una alta diversidad bacteriana, caracterizada por un gran número de especies diferentes, se considera generalmente un indicador de buena salud intestinal. Una alta diversidad microbiana contribuye a una digestión robusta, la absorción de nutrientes, la producción de metabolitos y la regulación del sistema inmunitario. Mejora la resiliencia frente a alteraciones como el uso de antibióticos y las infecciones, y promueve una recuperación más rápida hacia un estado de equilibrio.

Mala salud intestinal
Por el contrario, una diversidad reducida se relaciona con diversas enfermedades, como la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), la obesidad, la diabetes tipo 2, las enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer. Se sabe que una dieta saludable y el ejercicio aumentan la diversidad microbiana, y los atletas suelen presentar niveles más altos de diversidad.
¿Qué es la disbiosis?
La disbiosis ocurre cuando ese equilibrio se rompe y la microbiota deja de ser funcional.
Este desequilibrio puede presentarse de distintas maneras:
Disbiosis cuantitativa
Se produce un cambio en la cantidad total de microorganismos. Puede haber un aumento anormal, como en el sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado (SIBO), donde bacterias que deberían estar en el colon proliferan en zonas inadecuadas. O bien puede tratarse de una disminución de la cantidad de bacterias beneficiosas, afectando la función protectora de la microbiota.
Disbiosis cualitativa
Aparecen microorganismos no habituales en ese ecosistema, que pueden generar daño. Por ejemplo, bacterias intestinales que migran al tracto urinario y provocan infecciones, como las cistitis. O también puede tratarse de una disminución de la diversidad microbiana con disminución de especies microbianas importantes como lactobacilos y bifidobacterias.
¿Qué causa la disbiosis?
Diversos factores pueden alterar el equilibrio de la microbiota:
Dieta pobre en fibra y rica en ultraprocesados
Estrés crónico
Falta de actividad física
Exposición a contaminantes ambientales
Consumo excesivo de medicamentos (antibióticos, antiácidos, laxantes, entre otros)


¿Qué es perjudicial en la disbiosis?
Hay dos puntos que deben tenerse en cuenta durante la disbiosis:
El cambio a un estado proinflamatorio
El cambio a un estado disbiótico proinflamatorio de la microbiota intestinal puede ser consecuencia de los efectos de una dieta occidental a largo plazo rica en grasas y muy energética sobre la microbiota intestinal. La disbiosis intestinal persistente se asocia con inflamación intestinal, aumento de la proporción Th 17/Treg y endotoxinas como el lipopolisacárido (LPS). Como resultado, aumenta la permeabilidad intestinal y las moléculas y células (células inmunitarias activadas, anticuerpos, alimentos no digeridos, microbios, endotoxinas) que se encontraban en el lumen pasan a la circulación. La consecuencia es una endotoxemia sistémica leve que desencadena inflamación sistémica de bajo grado y trastornos metabólicos.
El cambio de la composición de la microbiota de bacterias anaerobias obligadas a facultativas
El cambio en la composición de la microbiota de bacterias anaerobias obligadas a facultativas es otra consecuencia de los cambios dietéticos, como la adopción de una dieta occidentalizada densa en energía. En el caso de una dieta occidental persistentemente rica en energía, el metabolismo de los colonocitos pasa del metabolismo oxidativo, con un alto consumo de oxígeno, al anabolismo con la consiguiente disminución del consumo de oxígeno. El menor consumo de oxígeno por parte de los colonocitos significa una mayor disponibilidad de oxígeno para la microbiota y significa otro impulso hacia la disbiosis intestinal. El aumento de microbios capaces de utilizar oxígeno es perjudicial para el huésped, porque significa que tanto el número de competidores por el oxígeno como la disponibilidad de energía para la microbiota colónica están aumentando.